Prefieren creer a juzgar

Como todos prefieren creer a juzgar, nunca se juzga acerca de la vida, siempre se cree, y nos perturba y pierde el error que pasa de mano en mano. Perecemos por el ejemplo de los demás; nos salvaremos si nos separamos de la masa (Séneca, Sobre la felicidad)


domingo, 26 de marzo de 2017

En el sexagésimo aniversario del Tratado de Roma.

"El nacimiento fue su muerte"
(Th. Beckett)


La sentencia de Beckett es tan válida para los individuos como para las civilizaciones.

No queda el recuerdo de las cosas pasadas,
ni quedará el recuerdo de las futuras en aquellos que vendrán después
(Qohéleth 1,11)
Igual que la inmensa mayoría de las personas es capaz de apartar del centro de su habitual percepción, de su cotidiana atención y de su asidua conciencia cuál es su destino personal -la muerte: Sein zum Tode- y así vivir saludablemente enajenado de lo importante -qué otra manera de vivir cabe...

Igual, digo, pueden -suelen- vivir las sociedades respecto de su destino colectivo. Aunque hayan enfilado el camino sin retorno hacia su inminente calamidad, éstas harán "como si" no se dieran cuenta, al modo del atrevido Hans Vaihinger.


Más aún, probablemente, harán lo imposible para eludir ese temible acto de lucidez que les desvele su doloroso e inevitable final. 

Quizás la extinción de las civilizaciones sea una tremebunda calamidad. Al menos eso me parece a mí, que tanta tristeza me causa asistir al desmoronamiento de Occidente. No al derrumbe de una "versión" de Occidente, como tantas veces le ha ocurrido en su trimilenaria historia, sino de Occidente mismo.

Esta vez no es una crisis coyuntural o de crecimiento, sino estructural y de fallecimiento. Ya les pasó a las inmensas civilizaciones nacidas a orillas de los grandes ríos de nuestra Antigüedad: Tigris, Éufrates, Nilo...

Pero lo cierto es que un mundo en el que todo continuase -de forma reconocible para los que vivimos ahora- hasta el final de la existencia de la especie humana, resulta tan inimaginable como la fantasía de la inmortalidad personal.