Escribe G. Steiner que Europa siempre estuvo persuadida de que perecería. Y alude para justificar su tesis a la "mortalidad de las civilizaciones" de Valéy y a la profética "decadencia de Occidente" de Spengler... Escribe también Steiner que Europa es el lugar de la memoria. Su vida está proyectada hacia el pasado.
Cada sociedad, como cada individuo, vive de la renta que tiene. El joven, de la vida que le está porvenir; el anciano, de la que ya le vino. El joven es rico en utopías y el anciano, en recuerdos. Si Europa es el lugar de la memoria, Europa es anciana. Quizás sí; pero ojalá, no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario