Escribe Spinoza en su Ética que el alma del hombre se esfuerza en perseverar en su ser con duración indefinida. El judío errante es fuente de inspiración de Don Miguel cuando enfrenta a su Augusto Pérez al mismísimo Autor de esa Nibola de la que, en realidad, no es protagonista, sino sólo su más destacado guiñol. Y la rebelión de su Augusto Pérez, ¡recuerda tanto el insistente grito de Prometeo -¡Vivir, vivir, vivir, quiero vivir!- desde lo alto del prisco cuando los dioses le hacían pagar cara su osadía! Conatus essendi en acto puro.
No me mueve la ingratitud, pues "enano soy a hombros de gigantes", sino la educación del sentido crítico. En una sociedad que nos parece fabricar en serie, como si fuéramos ordenadores o coches, me resisto a ser masa. No es afán de notoriedad, sino de libertad. No son ganas de llamar la atención, sino de ser fiel a mí mismo.
Prefieren creer a juzgar
Como todos prefieren creer a juzgar, nunca se juzga acerca de la vida, siempre se cree, y nos perturba y pierde el error que pasa de mano en mano. Perecemos por el ejemplo de los demás; nos salvaremos si nos separamos de la masa (Séneca, Sobre la felicidad)